miércoles, 25 de julio de 2012

¿Que le pasa a Europa?



No podemos denegar que casi todo el mundo (pero aquí quiero hablar de Europa) se encuentra en una crisis profunda.
En los paises europeos la crisis difiere en los tiempos: unos están adendro hasta la coronilla, otros la ven acercandose y los demás no estan seguros de esquivarla.
Entonces el verdadero problema es la solución (si hay): es decir lo que tenemos que hacer (tienen, pues nosotros los ciudadanos no podemos hacer nada) para salvarla.
Y como en medicina la cura puede ser adecuada si sólo el diagnóstico es correcto.

Vamos a ver lo que está pasando.
Paises como España e Italia, por decir los dos que ahora estan en el ojo del huracán, son culpables, -bueno, los gobiernos de los paises-, de haber permitido, creado, la acumulación de una deuda (privada en España por la burbuja de las viviendas; publica en Italia por el gasto del seguro social -las pensiones como amortiguadores sociales que sería mejor llamarlos compra de votos- y del seguro sanitario) no más sostenible.
El hecho –una deuda enorme- se agrava porque el tipo de interes que los estados tienen que pagar por el prestamo sale cuanto más la deuda, y consecuentemente el riesgo del reembolso, es grande. En Europa esto se mide con el asì dicho “spread” o la “prima de riesgo”.
Ahora en Italia el “spread BTP-Bund” (diferencial en por ciento entre los títulos, con vencimiento a los diez anos, italianos y los alemanes, tomados como referencia pues son los más solventes,) pasó de 200 a 537. Es decir que el tipo de interés que tienes que pagar Italia es 5,37 puntos más caro que lo que paga Alemania. Si Alemania paga alrededor del 2%, Italia paga 7.37%.
Esto mide lo que se llama el “riesgo país”.

Todo empieza por una perversa costumbre (y los motivos son miles –pero no es asunto de ahora analizarlos-) de los gobiernos que gastan más de lo que recaudan por los impuestos. Pues ya no pueden subirlos, pena una revolución ciudadana, escogen el camino más cubierto y indoloro de pedir la diferencia a los “amigos del sistema” que estan en el Banco Central (en Europa BCE, en EE.UU. Fed).

El caos del gasto es un círculo. Los bancos han financiado gobiernos irresponsables como el griego; ahora los gobiernos no pueden pagar o impagan parcialmente (como el griego) poniendo en riesgo de quiebra los bancos.
Como consecuencia, los gobiernos europeos rescatan a los bancos directamente o por medio de préstamos al gobierno griego. Los bancos pueden así continuar financiando a los gobiernos (prestando a los griegos y otros).

Pero para entender totalmente el juego de los bancos hay que conocer el privilegio que ellos mismos tienen: la “reserva fraccionaria”. En sus orígenes, esta era una práctica ilegítima, considerándose similar al delito de apropiación indebida. Pero acabó siendo legalizada (es el “do ut des” de los gobiernos para que los bancos les den dinero prestado), y la utilizan los bancos de todo el mundo.

Es el tema “tabú” que se evita tratar, a toda costa, en cualquier intento de reforma del sistema monetario internacional. Es la “madre del cordero” financiero.

En síntesis, es el privilegio que permite a los bancos (entidades privadas) prestar el dinero de sus clientes a terceros, conservando disponible sólo una fracción de los depósitos. Esa fracción se llama coeficiente de caja, y en la zona euro varía entre el 2% y el 0%, dependiendo del tipo de depósito.
Un ejemplo práctico para que se entienda la cucaña que para los bancos supone la reserva fraccionaria: cuando ingreso 1000€ en mi cuenta, el banco puede dar prestado a otra persona 998€. Cuando este dinero regrese al banco (al mismo o a otro) igual pueden darlo prestado todo menos el 2%. Y asì hasta la fin: de 1000€ iniciales, mios, que ganan el interes del 0.8%, el banco puede llegar prestado 50.000€ ganando sobre estos el 6 – 7 o m
ás %. Rico, ¿no?
Pero el mas grave es que c
uando el sistema bancario de reserva fraccionaria expande el crédito, se producen malas inversiones. Los emprendedores, inducidos por el dinero prestado facil y los artificialmente bajos tipos de interés, acometen nuevos proyectos de inversión que solo parecen rentables precisamente por esos bajos tipos de interés.
Esos proyectos no son financiados por ahorros reales sino por dinero creado de la nada por el sistema bancario.
Adem
ás las nuevas inversiones absorben importantes recursos de otros sectores que no están tan afectados por la entrada de este dinero nuevo.  Se produce en esa manera una distorsión real de la estructura productiva de la economía.

Cada quince días, en Italia, hay una subasta de títulos, BTP bonos del tesoro plurianuales, hecha por el Banco de Italia con vencimiento a 3, 5, 10 anos. Como son pocos los ciudadanos locos que los compran entonces son los bancos que lo hacen (acuerdate del “do ut des”) con el aval del BCE. Es decir pagan una deuda con otra deuda. Claro que en esa manera la deuda cada vez sube mas: en Italia estamos al 126% del PIB.

Si habláramos de una familia, de una empresa, estas, como correcto, ya serían fracasadas.
Tambien los estados lo son, pero sin decirlo, y pueden sobrevivir hasta cuando el Banco Central, con las imprimidoras calientes, siguen dandole dinero.

Pero este jueguito, que sería bueno si pudiera mantenerse para siempre, no puede durar. Es una “cadena de San Antonio”, un “esquema Ponzi” en las cuales el ultimo paga para todos, y si un eslabón salta... todo se acaba.

El problema ahora es: ¿hasta cuando durará? Y otro no menos importante, al final ¿quien va a pagar?

No sé contestar al primero, pero por el segundo es cierto: nosotros ciudadanos con los impuestos extraordinarios (mira ¡el momento es dificil y todos tenemos que contribuir! –¡rateros! Hablan ahora de patrimonial y de confiscar una mensualidad a los jubilados) o bien con la inflación, el nuestro dinero que se desvalua. Y esto aparece con la subida de los precios (que los mismos rateros de antes nos dicen que son los especuladores...)

Por los gobiernos el esquema es perfecto. La producion de dinero sustenta los suenos y la estabilidad de los politicos arruinando las divisas: los costes de sus “deficit” vienen “exteriorizados” a quines utilizan la divisa: nosotros a través de un reducido poder adquisitivo.

Al final, como ya dije, tratan de curar la enfermedad –la enorme masa monetaria (falsa: sin respaldo de bienes reales) introducida por la BCE para sustentar bancos desprevenidos y gobiernos malgastantes que nos provoca perdida de valor de la divisa, consecuente quiebra de empresas y aumento del paro sobretodo juvenil-  con la misma medicina que la provocó: nuevo dinero.

Los estrategas de Bruselas, como doctores ineptos, todavía no han comprendido que el diagnóstico de la situación económica, y en consecuencia la terapia aplicadas a los pacientes, está totalmente equivocada. 

Tras las primeras dificultades reveladas en Irlanda y Portugal, han empezado, a traves de la BCE, a derramar liquidez en los mercados a batacazos de cientos de millardos de euros; pero ¿con cual resultado?    
No solo no han sanado Irlanda y Portugal sino han llevado a Grecia y Espana a la quiebra y, si no cambian, entre poco también a Italia y a Francia.

En la metafora si el paciente tiene una grave afección pulmonar con fiebre alta, el paracetamolo le baja un poco la temperatura, lo alivia por un rato, pero no resuelve el problema de eliminar la infección: asi que, en esta manera, no podemos esperar de sanar el enfermo.

Igual en la economia: la enfermedad es la cantidad de dinero barato, de tipos de interes bajos, que  empujaron a muchos en direcciones, empresas, negocios no rentables, y que a la fin, cuando era el tiempo de regresar el dinero prestado, esos muchos no lo tenian.
Asì empezo el fracaso.
(por decir de la España, cuando iniciaba anualmente la construcción de 800.000 viviendas –más que la suma de las que comenzaban Alemania, Francia e Inglaterra juntas– o cuando al crédito hipotecario y promotor crecía a tasas de más del 15% al año no gracias al mayor ahorro interno o externo, sino a una expansión imprudente de la financiación bancaria, ¿no se dieron cuenta que todo esto era una burbuja que antes o despues habría explotado?)

Sin hablar de las manipulaciones, delictivas y perversas, que este camino arreglado por hombres calculadores en los santuarios del dinero y del poder nos lleva: en estos dias el escándaloLibor-Barclays.

Y entonces si el dinero “facil” fue la causa ¿puede ser el dinero facil, derramado a bancos, instituciones, estados, el remedio?
Claro que no: y lo estamos viendo.






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