martes, 31 de enero de 2012

It was all a dream




                                               http://issuu.com/luisluna/docs/itwasalladream 


¿Porqué quiero hablarles de  IT WAS ALL A DREAM – todo fue un sueño – el libro de Luis Luna?
Conozco a Luis, apprecio sus cualidades, me gusta como hombre y como artista - probablemente esto me acerca a su mundo - pero no es por eso que ahora escribo: quiero decir que no es un tributo a la amistad, una alabanza inevitable y creída.
Mi aprecio sale de una afinidad con su mundo y de su capacidad de transmitir, sin fingimientos, sin retórica, emociones y reflexiones que, creo, cada uno de nosotros lleve adentro de sí, latentes y no expresadas.
Y Luis lo hace con absoluta simplicidad, con absoluta, confiada sinceridad. Tal vez por esto sus frases, sus imagenes nos afectan, nos dicen algo.
Que sean las sonrientes y alegras de la familia, las añoradas y tristes de los sueños perdidos, las de personas anónimas, fijas y casi ausentes, tomadas en el medio de sus vida cotidiana...
De hermosas fotos están llenos muchos álbum fotográficos pero lo que más he encontrado en este libro es la perfecta combinabilidad entre palabra y imagen, como se junten en una confesión de sentimientos y emociones.

Cuando se publicó (por ahora tan sólo online) le mandé a Luis mi comentario como crítica literaria de citar ojalá en la portada de la obra impresa.
Para no repetir lo que ya dije lo anexo debajo: espero puedan ser en sintonía con cuanto escribí por si quisieran juntar sus comentarios. 



No es un libro fácil lo de Luis. Y no es un libro para todos.
No es fácil para nosotros que vamos leyendolo pero ni siquiera lo fue para el. Sobretodo para el. Aunque liberatorio.
Porque es un libro-confesión que normalmente lo escribimos mucho más adelante en la vida, cuando el pudor en el abrirse, en el poner negro sobre blanco, se afloja, oprimido como se encuentra, por el ansia y el temor de no tener más el tiempo, o el ánimo, de hacerlo.
Y sin embargo, no. La sinceridad, quisiera decir el candor, la extrema y dolorosa lucidez con la que nos habla, a través de palabras y imagenes, la osadía para excavar dentro de sí mismo, delante de sí mismo, Luis la encontró en seguida, muy temprano.
Y este libro, de verdad, no es algo improvisado, un collage de palabras y fotografias como podría ser un recuerdo de viaje o de vacaciones, algo de mostrar a los amigos, hecho para los otros.
No! Es algo padecido y madurado desde tiempo;  encontramos sus palabras, amargas en la sinceridad, en la verdad, que les aparecieron casi instintivamente, con la naturalidad de una flor que brota, con la espontaneidad y el sufrimiento de un corazon que se confiesa.
Que habla de sí, que habla adentro de sí, que habla por sí.
No es una exhibición de producir en un escenario: es una confesión de confiar en la penumbra de la propia conciencia.
Es un soliloquio de un alma educada y sensible; de un hombre, quisiera decir de un artista, proponiendose elaborar la realidad, transfigurarla, vivirla como (en) un sueño, ahuyentarla como si fuera una pesadilla nocturna, por la mañana en el despertar.
It was all a dream…Todo fue un sueño.

La fuerza de este libro es su absoluta, total, doliente sinceridad. Que se impone a quien lo lea con adhesión y sin trivialidad.
Traté de comprenderlo, este libro. No es, ya lo dije, un libro fácil, a pesar de la aparencia, porque como todas las obras de verdadera poesia, tiene varios “planes de lectura”, distintos y, para quienes los intendan, siempre más profundos.
Fue dicho que para entender a fondo una obra de arte hay que ser artistas al menos en potencia: de otra manera el mensaje, a veces también inconsciente del autor, deja desapercibido, o queda “frio”, llega al cerebro pero no al corazon.
Hay entonces la necesidad de encontrar afinidad, asonancia, contigüidad en los sentimientos: así que la palabra, el verso, el pensamiento, la imagen nos hablen.
Ya el nos dice simplemente: Not for all my little words, mis palabritas no son para todos.
(Humildemente nos explica que el va escribir en spanglish: pero no es cierto, el conoce perfectamente el lenguaje inglés y también sabe que desde siempre, de Shakespeare hasta Eliot, el lenguaje ingles tiene la capacidad, che los lenguajes latinos no tienen, de sintetizar en manera icástica y absoluta una idea.)

Es un libro que tiene que ser pensado, reflexionado, pues nos lleva a pensar y a reflexionar. Volvemos hojearlo otra vez, este libro, reconsiderando aquellas frases, observando aquellas imagenes.
“Desearia tener un botón de imprimir dentro de mis sueños para traer a la realidad todo lo que he visto en ello”s.
“There’s a secret place that I know. Hay un lugar secreto que conozco: el pudor de tener algo solo para sí mismo”.
“Still I wake up in the morning thinking of you. Todavia ahora me despierto en la manana pensando en ti: la añoranza, el recuerdo de lo que podía ser y no fue…”
“And suddenly you become a part of my past. Y súbitamente has vuelto parte de mi pasado”
“Mess is more. La vida como un nudo inextricable de sensaciones, pasiones, ideas…”
“Freedom is what you think but there ain’t no train to Stockolm. La libertad esta en tus pensamientos... pero no hay un tren para Estocolmo”.
“The perception of beauty is a moral test. La percepción de la belleza es un test de moraleja”.
(citación de Henry David Thoreau, uno de los padres del movimiento anarquista-libertario, teórico de la desobediencia civil – de paso la actuó y fue encarcelado en el 1846, contra la decision de los EE.UU. de invadir a Mexico, lo que habria llegado a la anexión de Texas, California y Nuevo Mexico.)
Concepto clásico que une la experiencia estética a la sensibilidad ética, a los códigos morales: lo que nos dice todo sobre la conception de vida de Luis.
“...nunca dejes que alguien más controle tus sueños”.
“Nothing of me is original. I am a combined effort of everybody I’ve ever known. Nada en mi es original. Yo soy lo que me dejaron cuantos cruzaron con mi vida”.

Estas frases, estas imagenes, estas reflexiones que me surgen a la cabeza, confusamente como un flujo de conciencia de joyciana memoria (pero, porqué, Luis, me salen estas analogías con autores que he querido en mi juventud, leyendo tu libro?) les hablaran, como han hablado conmigo.
Les conmoverán, como me han conmovido.
Les llegaran a reflexionar: lo que mismo ha hecho Luis, mirando al mundo con sus ojos.
Es el mundo de Luis. Es Luis.
Y acabando, el incipit del libro: la exaltación de la globalización.
La más inteligente, la más profunda, la más verdadera explicación de este fenómeno, antiguo como el mundo, que instrumentalmente está aborrecido sin entendiendolo, que nunca había leído.

También por esa, que es una consideración mucho mas profunda de cuanto aparezca a la mayoria, hay que darle gracias a Luis.




sábado, 21 de enero de 2012

Mujer que lee, sabe.




El otro día recibí de una amiga un mail con una historieta sobre una mujer que lee, una de las tantas que circulan en la red. Quizá la hayan ya leida.
De todos modos voy a pegarla aquí abajo si acaso alguien no la conociera.

Mujer que lee sabe.
Una mañana, el marido vuelve a su cabaña después de varias horas de pesca y decide dormir una siesta. Aunque no conoce bien el lago, la mujer decide salir en la lancha. Se mete lago adentro, ancla y lee un libro..
Viene un Guardián en su lancha, se acerca a la mujer y dice:
'Buenos días, señora. ¿Qué está haciendo? '
- Leyendo un libro- responde ella (pensando '¿No es obvio?')
-Está en zona restringida para pescar- le informa Él.
- Disculpe, oficial, pero no estoy pescando, estoy leyendo.
-Si, pero tiene todo el equipo, por lo que veo, podría empezar en cualquier momento, tendré que llevarla y detenerla.
- Si hace eso, lo tendré que acusar de abuso sexual- dice la mujer...
-Pero ni siquiera la toqué !!! - dice el guarda.
- Es cierto, pero tiene todo el equipo. Por lo que veo, podría empezar en cualquier momento.
-Disculpe, que tenga un buen día, "señora", y se fue....
Moraleja:
Nunca discutas con una mujer que lee.. Sabe pensar....

La fábula es simpática y divertida y tiene también algo de interesante.
Como todas las fábulas, desde el griego Esopo y el latín Fedro, tiene escrita una moraleja que pero, para mi, es bastante superficial. Porque lo que aparece de este cuento no es solo la prontitud y la sagacidad de la mujer, rapida en el contestar al guardián, pero algo más profundo que la moraleja simplona no toma en evidencia.

No es una broma chistosa entre un hombre y una mujer: el hombre que intenta avasallar; la mujer mas lista que el; el hombre que entonces se retira.
El guardián representa el estado que todo quiere controlar con sus leyes, la mujer el individuo, el ciudadano comun; y se enfrentan en un asunto que investe conceptos fundamentales de culpa, de justicia y a la fin de libertad.

Porque el individuo, en los estados modernos suedo-democraticos y a la fin dirigistas y interventistas, se encuentra siempre en la incómoda posición de sujeto controlado y investigado al cual se inculpan no sólo las acciones, como sería correcto según el principio de responsabilidad individual, sino incluso las intenciones.
Y en el caso del cuento, ya no sólo la intención de cometer un ilícito sino incluso la hipotética posibilidad-capacidad de cometerlo.

Claro, si pasa esta interpretacions de la ley, y ya pasó, todos somos culpables de algo, porque propio este es el proposito de la justicia positiva expresada por los estados: lo de tenernos bajo control, de tenernos en estado de sumisión a un poder ciego, absoluto y incuestionable.

Es el concepto de prevención en la gestión de la justicia que lleva a la penalidad de condena de la mujer que, aunque estuviera sólo leyendo, tenía en el barco las cañas de pescar.
Pero, como contesta en ese caso con prontitud la mujer tambien el hombre, el controlor, tiene algo que, en el concepto de prevencion, puede configurarse como intencion-intento de abuso sexual.


Es la situación de impotencia y de sumisión que ya hemos incontrado en las distopías de la primera mitad del siglo XX que advertían de los peligros del socialismo de Estado, del control social, de la evolución de las democracias liberales hacia sociedades totalitarias. Como en Nosotros novela rusa escrita por Yevgeni Zamiatin, en 1984 por George Orwell, en Un mundo feliz de Aldous Huxley y en Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Sin hablar de Franz Kafka que primero expresó la tragedia del hombre, destituido de su humanidad, aniquilado por un sentido de culpa que nunca está expresado que pero lo oprime y a la fin lo mata.


Pero el verdadero concepto de justicia en la libertad es exactamente el opuesto: el hombre es libre, tiene el derecho de hacer cualquier cosa que no pueda lastimar los iguales derechos del otro. En una sociedad así (correctamente) entendida la relación, única y verdadera, es la que se establece entre los individuos y el estado tiene que ser tercio, es decir estar ajeno a la vida social y intervenir únicamente cuando el comportamiento entre los individuos no es correcto.

Aceptar la prevencion en el campo de las acciones individuales quiere decir reducir el hobre a la esclavitud, un estado en el cual nada es permitido excepto lo que esta autorizado por la ley.

Lo que, a diferencia de la historieta de arriba, ya occurre, ya ha ocurrido.


Esta para mi es la verdadera moraleja, la verdadera enseñanza de este simple cuento.

Y no debenos olvidarnos de lo que nos dejó dicho Thomas Jefferson: la eterna vigilancia es el precio de la libertad.

miércoles, 18 de enero de 2012

Ragú a la boloñés (y el secreto que Maillard descubrió)



Este guiso, uno de los más conocidos en el mundo, es basicamente un sofrito de tomate y carne que en Italia y precisamente en Bolonia, ciudad del norte de Italia, capital de la región de Emilia-Romaña, ha tenido su consagración.

De paso, Bolonia está conocida por unas cosas, así sin ponerlas en orden: por la mujeres guapas y calientes, por su universidad, que fundada en 1088 es la más antigua de Europa y creo(?) del mundo, y propio por este guiso que es la punta de diamante de su cocina rica y sabrosa.

Desde muchos años, la receta clasica se encuentra depositada en la Cámara de Comercio de la ciudad, junto a la de otros platillos tipicos (como el tortellino), para salvaguardar la oficialidad y la tradición.
Así que la receta no es más un secreto en cuanto a los ingredientes, por si acaso por la manera de hacerla, como siempre pasa por los platillos particulares.
Antes de todo para preparar el verdadero “ragù alla bolognese” tenemos que armarnos de paciencia: hacer el ragù requiere muchisimo tiempo y mucha pasión.
La cocina de la tradición no es una cosa rapida que se pueda hacer en unos minutos: los que no les guste gastar así su tiempo pueden encontrarlo en las repisas de los supermercados (y también en los restaurantes que te dan a entender que sirven platillos italianos...): se le llama “ragú” pero no tiene nada a que ver con el verdadero del cual estoy hablando.
Entonces la receta, como se encuentra en el documento original:
•    “cartella” de res 300 g
•    tocino fresco 150 g
•    zanahoria 50 g
•    apio 50 g
•    cebolla 50 g
•    salsa de tomate 5 cucharas
•    vino bianco/rosso 1/2 bicchiere
•    leche entero 200 g

Hay que explicar que es la “cartella”, que es un termino que se usa en Bolonia por indicar la parte del diafragma en la pancita del res. Es una carne muy roja y jugosa que tiene mucho sabor. Aquí la encuentro como falda.
Pero el verdadero secreto está en la cocción de la carne y de la verdura.
Y aquí tenemos que hablar de Louis Camille Maillard, quimico frances, que primero, en el 1910, se dio cuenta y explicó toda una serie de reacciones quimicas que se producen entre las dos principales clases de constituyentes más difundidos en los productos de origen naturales: las proteinas y los azucares.
Reacciones que producen productos muy complejos y particulares que dan el sabor a toda la comida. (Y estas salen más faciles y rapidas en un entorno agrio: por eso el vino, que tiene azucar y es acido, por eso el vinagre o el limon).
Porque el sabor del ragú viene de las sustancias que nacen de las reacciones de Maillard che salen cuando la carne, y la verdura, viene soasada en la grasa y no simplemente cocida.
Cuando comemos, la lengua es el organo que nos revela el gusto y el sabor. Hay receptores del gusto, papilas gustativas que estan en la parte delantera, que nos dan todas las sensaciones de los cinco gustos: dulce y salado, amargo y ácido, y el ultimo, que tiene, quién sabe?, un nombre japones, umami (sabroso).
Este ultimo el lo que nos da el sabor particular de la comida más rica. Sería el sabor del glutamato de sodio, que, como adictivo artificial, le ponen a la comida de baja calidad para darle una apariencia de gusto. Se le encuentra en todos los alimentos industriales.
Pero, como un dia explicaré, hay una diferencia sustancial, fundamental, entre los adictivos quimicos, artificiales, y los naturales que se encuentran o se pueden obtener de los productos naturales. Estos ultimos son productos vivos, que el cuerpo puede absorber, digerir, que tienen la misma naturaleza de nuestros órganos; los otros son substancias de sintesis, hechas en un laboratorio por reacción quimica, no en la tierra, en la naturaleza. La formula quimica es la misma pero esto nos dice nada: también el hombre puede ser reducido a una formula: pero el hombre vivo, el hombre de carne y hueso, es otra cosa.


Los chefs y los cocineros más atentos, sin saber nada de quimica, de siempre conocían estas particularidades, que nacían de la tradición de la cocina, de la esperiencia de una vida pasada entre los hornillos, en una palabra de la cultura de la comida.
Solo hablé de Maillard porque se dieron cuenta, los mis cuatro amigos lectores, de cuanta cultura, de cuanta sabiduría, aunque no conocida, aunque no expresada, hay también en una cosa que parece tan simple y tan normal como un platillo, como una receta.


El domingo pasado era el día más correcto, más indicado, para ponerme hacer este guiso. No tenía compromiso con alguien, la mañana era agradable, y me había despertato, después de una buena noche, con gana de hacer algo.
En la casa, como me gusta, tenía todo lo que sirve. Siempre tengo en el congelador diferentes cortes de res o de cerdo, ni carecen verduras y en mi pequeña cueva nunca falta una botella de buen vino tinto.

Entonces, vamos! Y mañana no faltaran las tagliatelle al huevo, y el parmesano de Italia, y el vino tinto, y unos amigos con quienes disfrutar este sabroso platillo...








jueves, 12 de enero de 2012

¿Que haré yo?



Premisa

Mi ultimo post se titulò “Que hará CASAITALIA”: en aquel momento tenía una clara idea sobre como habría sido el futuro.
Después algo pasó: el regreso a Italia, a mis raices, un viaje a Roma ciudad de dulzuras  y apatía, me hizo pensar que quizás lo que quería hacer no era propio lo que los duranguenses querían... y que habría podido ser arrogancia y prepotencia hablar de lo que me gusta (comer) en la presunción que les guste (comer) lo mismo también a los otros.
Bueno al fin de estas reflexiones, como siempre pasa (hay que acuerdarnos de Hamlet, lo de William Shakespeare, “Nuestra conciencia, así, nos acobarda”), no tenía más ideas claras o quizás ni siquiera ideas. No sabía que hacer en mi futuro y no escribí más.

Pero ahora, después de otro tiempo, mientras voy a seguir haciendo y comiendo en la casa mis platillos italianos, con muchas novedades y variaciones, me dio gana de regresar a poner en el blog mis reflexiones.
No sé si será un buen partido; de todos modos intento llamar a mis cuatro amigos y lectores a ver si les gusta otra vez...