Leviathan - Thomas Hobbes 1651 |
Muchas veces
me pregunto porque los hombres sigan escribiendo: bueno no estoy hablando de mi
que lo hago para huir de la soledad pensando que, si alguien me lee, estaré con el, conectado, aunque solo espiritualmente.
Hablo de los
demás, de los escritores, de
los intelectuales. Todo ya está: está dicho, está escrito, está
reprobado, está aprobado.
Sobre el estado, por ejemplo.
No sé si acaso hayan leído el Rothbard de “Anatomía del
Estado”. Para mi fue una iluminación, una de las muchas que me
hicieron entender algo de la vida.
Murray Newton Rothbard, discípulo de Ludwig von Mises, fue el autor que
llevó hasta las más profundas consecuencias las premisas lockiana-aristótelica.
El
hombre es un animal social , dijo Aristóteles y Locke dos mil años después fortaleció el concepto añadiendo
como el único curso "natural" para la supervivencia del hombre se
encuentre sólo a través de un
proceso de producción y intercambio voluntario y mutuo.
A través de este camino los
hombres han aprendido a evitar los métodos de la "selva", el pelear
por los recursos escasos, de manera que A sólo puede obtenerlos a expensas de B.
Entonces no es cierto que no
haya vida social sin monopolio de la coerción y que sin este, el estado, los
hombres se encuentren, como sostuvo Hobbes, en una situación de “guerra de todos
contra todos”.
Y, ahondando en este tema, no
tenemos que olvidar la tesis radical de Jean-Jacques Rousseau quien dijo que “no
hay, no existe guerra entre los hombres: solo hay entre los Estados”. Creo que
nadie, después del terrible siglo XX, pueda desmentirlo.
Eliminada de la naturaleza y
de la sociedad, la guerra se encuentra solo en las relaciones internacionales;
es decir la guerra es subsiguiente a la politica.
Es la inversión del orden
conceptual hobbesiano, segun que primero hay la guerra, después la política que la impide.
Y entonces ¿que es el estado?
Como concepto, nos dijo Franz Oppenheimer, el gran sociólogo alemán del siglo
pasado, “el estado, por entero en su génesis, es una institución social, impuesta
por la fuerza de un grupo victorioso de hombres encima de un grupo derrotado,
con la única finalidad de regularizar el dominio del grupo vencedor sobre del
grupo vencido. Teleológicamente, este dominio no tenía otra razón que la explotación
económica de los vencido por los vencedores”
Otra vez creo, si la
historia nos ha enseñado algo, que estas palabras no puedan ser desmentidas.
Igualmente el señaló que hay
sólo dos formas mutuamente excluyentes de obtener riqueza: en primer lugar, el
método de la producción e intercambio, al cual llamó los “medios económicos”.
La otra forma más simple en el sentido que no requiere de productividad, es
el método de la captura de los bienes o servicios de otros por medio de la
fuerza y la violencia. Este es el método de la confiscación unilateral, del
robo de la propiedad de otros.
Este es el método que
Oppenheimer denominó “medios políticos” hacia la riqueza.
El Estado, en palabras de
Oppenheimer, es la organización de los medios políticos; es la sistematización
del proceso predatorio sobre un territorio determinado.
“Debería ser claro que los medios coercivos y
explotadores son contrarios a la ley natural, son parasíticos. Pues en vez de
agregar a la producción, substraen de ella. Los "medios políticos"
desvían la producción hacia un individuo o grupo parasítico y destructivo; y
esta desviación no sólo substrae del número de productores, sino que también
reduce el incentivo que estos tienen para producir más allá de su propia
subsistencia. A largo plazo, el ladrón destruye su propio medio de subsistencia
al menguar o eliminar la fuente de sus propias provisiones
El Estado provee un canal legal, ordenado y sistemático
para la depredación de la propiedad privada; hace segura y relativamente
pacífica la vida de la casta de parásitos en la sociedad.
Ya que la producción
debe preceder siempre a la depredación, el mercado libre es anterior al Estado”.
De aquí nace la equivocación,
el error, de los que hablan de “suma cero” en la economía; porque esto es cierto sólo en los medios políticos,
es cierto por el estado que quita a uno para darle a otro. El primero se
empobrece de la misma cantidad de que el segundo, o los segundos, se enriquece.
Este no vale en el mercado,
cuando sea libre, no sea monopolista (manejado por el estado): el cambio entre
dos, enriquece a los dos (si no fuera así, el cambio no se daría).
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