No quiero hablarles de la política de Mexico: no la conozco bien y me faltan muchos
antefactos de lo fue la historia política económica del Estado en cual ahora me
encuentro.
Y también porque los acontecimientos políticos de veras poco me interesan,
dado que mi posicion es
escéptica,
por no decir más, en la real, positiva,
influencia de la acción de
gobierno sobre la economía y la vida civil de un
pais (subrayo positiva, porque en contra estoy bien seguro de las consecuencias
negativas de las acciones de los gobiernos).
Para mi, ya lo escribí, es cierto el lema de Jefferson
(extraído de Pierre Joseph Proudhon)
que “el mejor gobierno es lo que gobierna
menos”, y “el que gobierna menos es
el que no gobierna en absoluto” como había concluido Henry David Thoreau en su obra magna (del 1849) La desobediencia
civil.
Si me disculpan las citas –que sea claro como pienso en
eso- adjuntaría Thomas Paine, el revolucionario liberal que
luchó contra Inglaterra para la indipendencia de
los EE.UU.,”El gobierno, aun en su forma mejor, no es sino que un mal
necesario; en su forma peor un mal intolerable” Common sense (1776); y Alexis de Tocqueville que
selló en estas palabras mi convicción
de filosofía
política: “La atención suprema de un buen gobierno
debería ser la de acostumbrar poco a poco el pueblo a prescindir de el”
Pero este ultimo domingo, a las ocho de la noche, creo
que todo mundo se haya puesto asistiendo al segundo debate televisivo de los
candidatos: aquí en Mexico es
una novedad, en el pasado nunca creo se había hecho.
Así hemos
escuchado, sin demasiada oposición, una serie de propuestas populistas, irrealizables, una
feria de regalos a todos, con el único objetivo
de granjearse la simpatía y, a
la fin, ganar los
votos.
Y no sé cuantos de quienes se encontraban frente a la television hayan entendido la imposibilidad y aun más la peligrosidad de lo que escuchaban.
Y no sé cuantos de quienes se encontraban frente a la television hayan entendido la imposibilidad y aun más la peligrosidad de lo que escuchaban.
Espigando así
sin orden, Fulano prometió que bajará el precio de la gasolina, y
concederá el seguro universal a
todos los mexicanos, y alimentos en las escuelas y útiles escolares gratuitos.
Mengano dicho que hará de Internet un derecho
constitucional con carácter universal y, casi no fuera bastante, prometio de erradicar de manera absoluta la pobreza
alimentaria (que segun unos datos aqueja a 20 millones de mexicanos).
Zutano asegurc que impulsará la construcción de al menos cinco
nuevas refinerías en México, ecuela para todos hasta la Universidad, de manera que a
la fin del sexenio habrán 5 millones de jóvenes estudiando, gratuitamente, en
las universidades del país; más otros 7 millones en nuevos trabajos.
Sin querer aquí entrar en el mérito de cada una
de las propuestas, debería
aparecer claro y evidente, para cuantos no le crean más a la varilla mágica y a
las hadas, es decir tengan una minima cultura económica, o mejor, un poco de
sentido común, que todas estas promesas no tienen la mínima posibilidad de ser realizadas, que son promesas de Polichinela.
Aunque hayan hablado de honradez, de transparencia, de
ahorro en los gastos gubernamentales, pasando por alto o agigantando el cuánto
sin todavía decir el cómo,
no enfrentaron el hecho que el Estado, y Mexico es igual a todos los estados
del mundo, no tiene recursos proprios, y lo que gasta tiene que quitarlo antes a
sus ciudadanos por medio de los impuestos.
Hay otras maneras, que ya se probaron cuando no se quiso
asustar a los ciudadanos con la subida de los impuestos, la deuda y la creacion
de dinero fiat (de papel, que no existe, que se escribe en las computadoras)
que pero siempre a la fin son pagadas (intereses, inflación) por los mismos.
Pero los políticos son muy sagaces y listos: como
nos había señalado
Bastiat (ver) siempre hablan de lo que se ve (facilidades
y gratificaciones que nos dan) omitiendo lo que enseguida no se ve (los costos que
sufrimos y los recursos que nos quitan).
Godofredo Rivera, catedratico y periodista, escribió hoy, y claro mucho mejor que yo, algo relacionado con el asunto de mi post.
ResponderBorrarMerece de ser leido:
http://www.asuntoscapitales.com/articulo.asp?ida=6327
Hablamos del intervencionismo,es decir la intervención coercitiva de las instituciones (estatales) en el mercado, que como ha dicho Ludwig von Mises,es la enfermedad profesional de la clase política.
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