Disculpen si hablando de cocina, mejor de lo que no es
cocina, hago referencia, parafraseando a un cuadro famoso – La trahison des images (la traición de las imagenes) -, a un pintor
surrealista de los primeros novecientos, René Magritte.
De veras, con esta afirmación –ceci n’est pas une pipe -
el quería
subrayar la diferencia entre el objeto real y su representación, quebrar la convención
que une a cada objeto un nombre.
Yo también quiero poner la atención sobre el hecho que no hay siempre la misma relación entre significante y significado,
entre el signo y la cosa, ya que después de de
Saussure, el fundador de la lingüística moderna, sabemos de la
arbitrariedad de esta relación.
A pesar de eso, la semántica, la parte que estudia el significado de las palabras, nos define el ámbito en el cual nos acordamos sobre la conexión que hay entre entre la palabra y el objecto que representa.
A pesar de eso, la semántica, la parte que estudia el significado de las palabras, nos define el ámbito en el cual nos acordamos sobre la conexión que hay entre entre la palabra y el objecto que representa.
Sin embargo propio
este acuerdo fundamental para la comprensión entre los hombres muchas veces
falta: los vemos sobre todo en la politica en la cual pero intervienen formas
de disimulo o de hipocresía, instrumentos oportunistas para
ganar su propio objetivo.
Así que, en
la cocina, occurre darle el mismo nombre a platillos diferentes.
Entonces por eso, ahora que voy a hablar de la peperonata, platillo tipico de la cocina
mediterranea, es importante la semántica del término.
Es a decir no me parece correcto llamar 'peperonata' a platillos que nada tienen a
que ver con esa. Y no estamos hablando de calidad, de bondad, de gusto y de
sabor: estamos hablando del hecho que cada nombre define, o debería definir, una “cosa” y nada más.
Igualmente es cierto pero que la cocina es el lugar de la fantasía y del invento, donde cada cual se descubre artista y encuentra la manera de expresarse a través del gusto y del sabor y esto podría quizá justificar esta confusión culinaria.
Igualmente es cierto pero que la cocina es el lugar de la fantasía y del invento, donde cada cual se descubre artista y encuentra la manera de expresarse a través del gusto y del sabor y esto podría quizá justificar esta confusión culinaria.
Lástima que este lugar, que en los tiempos tenía casi una sacralidad - era el lugar
en cual se ejercían las peculiares
cualidades familiares de la comida como nutrimiento y como placer -, y era el
reino indiscutible de la mamá ama
de casa, siempre más se
encuentre abandonado y reducido a una exposición para un rápido calientamento
de comida comprada hecha!
Pero así
es. Aunque con añoranza y amargura, que siempre acompañan la desilusión y la confrontación
con la realidad, esta es una realista constatación de como haya cambiado el papel,
el significado de la cocina en el nuestro tiempo.
Bueno, poniendo a un lado la disputa semántica y los
recuerdos de la otra vida, quiero hablarles de la verdadera peperonata.
Por empezar tiene sus orígenes en la tradición culinaria de la Italia del sur: especificamente Calabria y
Sicilia. Es un platillo del verano cuando se encuentran las verduras con esos
colores y sabores: cebolla morada, pimientos verdes y de colores rojos e
amarillos, tomates maduros y jugosos, berenjenas negro-moradas, hojas
perfumadas de albahaca.
Y el aceite. No olvidamonos del aceite, obligatoriamente extra virgen de
olivas, es a decir de olivas maduras exprimidas a frio, en el cual tenemos que
freir, sí freir y no cocer,
todas las verduras, lavadas, limpiadas, desvenadas y despepitadas, cortada en
trozos. Y no todas juntas, sino cada tipo en un sarten diferente con abundante
aceite.
Este es el momento más
importante, el secreto de la peperonata. Hay que freirla hasta cuando el diferente
tipo no se ablande y se dore: lo que requiere tiempo, cuidado y amor.
Solo a la fin, después de arreglarlos de sal y pimienta negra, se les ponen
todos en un grande sarten, donde los sabores hasta aquí separados, se juntan y se mezclan por darle a la fin el gusto único y singular de la peperonata.
Se la come mejor el día siguiente.
AMIGO QUE ESTUPENDA RECETA NOS HAS DADO SOLAMENTE POR QUE HABLAR DE COMIDA ITALIANA SI LA GASTRONOMIA MEXICANA ES VARIADA Y TAMBIEN MUY PECULIAR, ESPERO QUE SI VAS A POSTRAR O MOSTRAR ALGUN SINGINIFICADO O RELACION DE LA VIDA CON LA COMIDA, ESPERO LO HAGAS CON ALGUN PALTILLO MEXICANO.
ResponderBorrarEXCELENTE DIA.
Gracias por tu apreciación.
ResponderBorrarYa lo sé que la gastronomia mexicana es muy rica, también me gusta mucho (aparte de lo picoso, cuando para mi es excesivo).
Pero el hecho es que puedo hablar solo de lo conozco, como recuerdo, como experiecia personal, y pués soy italiano mi cultura culinaria es la que aqui intento enseñar.
De todos modos te doy gracias de tu atención y de tu consejo.
Nunca digas nunca jamás...