viernes, 31 de diciembre de 2010

Dinero y riqueza


Es agosto, en una pequeña ciudad de la costa, en plena temporada; cae una lluvia torrencial y hace varios días que la ciudad parece desierta.
Hace rato que la crisis viene azotando este lugar, todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna, llega un ruso mafioso forrado de guita y entra en el único pequeño hotel del lugar. Pide una habitación. Pone un billete de 100 dólares en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones.
El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
Éste toma el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
A su turno éste sale corriendo para pagar lo que le debe al molino proveedor de alimentos para animales.
El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con María, la prostituta a la que hace tiempo que no le paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.
La prostituta con el billete en mano sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete al dueño del hotel.
En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, toma el billete y se va. Nadie ha ganado un centavo, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!!!
MORALEJA: ¡¡¡SI EL DINERO CIRCULA SE ACABA LA CRISIS!!! 


Hay historias que circulan por email y que todos leimos quizá con superficialidad así que nos parecen que sean verdades que alguien nos pone claras antes los ojos. También contribuimos, a veces con exclamaciónes de aprobación ( quien fue el genio que las escribió!), a difundir.
En esta manera prácticamente parece que todo el mundo esté de acuerdo con la moraleja que hay, explícita o disimulada, bajo las historietas.

Pero no es así. No es así en la historieta de arriba que he recibido en esos días.

La historia esconde una falacia económica perfectamente congruente con la mentalidad keynesiana que es el sello de estos tiempos desventurado.
Hay desafortunadamente economistas (pseudo economistas) tecnocratas, pegados al “sistema”, como, por no esconderse atras de un dedo el premiado Nobel Paul Krugman, que no veen más allá de sus narices y creen que la circulación del dinero produzca riqueza.
Hemos llegado a tal punto de absurdo financiero que son capaces de creer que la riqueza sea simplemente que el dinero circule.
Y por qué no lo hacemos con la maquinita también?... (de verdad ya esto lo hacen...)
Pero no! No es el movimiento del dinero lo que ocasiona la producción y por lo tanto la riqueza de un hombre, de una familia, de un pais. Es la producción la que provoca el movimiento del dinero.
No se puede vivir del movimiento del dinero: si no se produce nada, el movimiento del dinero no nos dará de comer. Podemos intercambiarnos continuamente 100 pesos pero eso no nos dará de comer.
El dinero no es más que una herramienta para intercambiar producción.

Que el aumento de la cantidad del dinero, o de su circulacion que es lo mismo, no cree riqueza, sino inflación que es otra cosa y más grave, ya había sido visto claramente, hace dos siglos, por David Hume – y antes de el-, por Richard Cantillon. Fue propio para explicar este effecto que Hume asumió que si una mañana cualquiera todos los ciudadanos, como los de la pequeña ciudad del cuento, al despertarse, descrubieran de tener cien pesos de más, su riqueza no habria sido aumentada para nada.
Pero volviendo a la historia, la solución está en que realmente la deuda global es cero: cadauno tiene un credito de cien pesos y un debito de cien pesos. Pero ellos no lo saben. Si todos se juntaran en una habitación, en los bancos se llamaría cámara de compensación, saldarían sus deudas sin necesidad de poner en circulación los 100 pesos. Es decir que ni el ruso ni el billete eran necesarios para resolver la situación

Dejando de un lado que se hace trampa porque todos deben lo mismo que les adeudan, en el mundo real se tienen que pagar interéses por las deudas y no es cierto que regresando el capital la deuda se apague.
El interés es la medida de la preferencia temporal que cada individuo tiene: es a decir yo prefiero tener cien pesos ahora que despues de un año, pero podrià ser que prefiera, despues de un año, ciento diez pesos. Bueno lo diez pesos en más son el coste de mi preferencia temporal, son el interés sobre lo cien pesos que recibiré despues de un año.

La única forma de que la economía funcione es producir más riqueza: porque si no, no se pueden pagar los intereses. Esta es la unica y verdadera manera porque se acabe la crisis.


Como si los problemas macroeconómicos fueran siempre sólo en la tubería (la circulación, la liquidez), y nunca en la cantidad de agua (que es el problema real y se llama “de solvencia”, es a decir de tener riqueza).
Como si de veras el dinero (abstracción financiera) fuera lo mismo que la riqueza (realidad económica).
Como si de veras toda corrección económica pudiera “resolverse” para siempre simplemente inyectándole “dinero” fiat sacado de la nada.  Como el ruso de la historieta y sus cien pesos que van y vienen.
Y por ultimo, disculpe pero hay que decirlo, quien escribió esa historieta no es un genio sino un incompetente.

martes, 28 de diciembre de 2010

Que es casaitalia?

Que es casaitalia?  Como y porqué ahora queremos hablar de ella?
casaitalia nació de una ambición y de una intuición.
La ambición consistía en la voluntad de hacer cocina tradicional italiana y de proponerla en Durango; la intuición fue de juntar esta veleidad a una idea fuerte, a una marca que impusiera nobildad y respecto, presentando en el logo y en la gráfica todos los contenidos que mi ambición había no más esbozado.


Es importante entonces hacer unas breves consideraciónes con el objectivo de explicar y enriquecer el sentido de nuestras intenciónes.
Antes de nada, no quiero negarlo, hay el motivo comercial: presentar propuestas de comida italiana tradicional a cuantos puedan ayudar a difundir, una vez convencidos de la calidad y también de la novedad y originalidad de la propuesta, la imagen y el conocimiento.
Porque todo se pueda traducir
 en pedidos a casaitalia.

Pero, esto dicho, quedaba, congeniado a mi ambición de la cual ya he hablado, la gana, la voluntad, de transmitir, de evidenciar junto a la comida todos aquellos valores que desde siempre a ella estan subtendidos.
Y tenemos que hablar del vínculo profundo que une la comida a la tierra, a la cultura misma de los lugares y de los hombres.
Porque la comida es tradición, es cultura en el sentido más a la letra de la palabra. La comida viene de la tierra, de lo que la tierra offrece y puede dar y esto es diferente de lugar a lugar, tiene forma, sabores, colores distintos de el norte al sur, de la montaña al mar, del Viejo Mundo al Nuevo Mundo.
La comida entonces como vehículo de conocimiento, como cultura en obra; y por lo tanto cual es la mejor manera, la más amigable, la más sociable para cambiar conocimientos, para transmitir identidades culturales si no propio a través de la forma más inmediata, más sencilla y intuitiva de su tradición, la de la comida?
Que no parezca excesiva o fuera de lugar esta asimilación de la comida a la cultura; aunque el llevado de la modernidad, con la modificación (deformación) de los estilos de vida y la marginación de ritos y tradiciónes está llegando a un progresivo empobrecimiento de la relación comida-cultura.

* * * * *

“Cocer el pan, guardar la fruta, poner la mesa.
Cada acción junta a la comida lleva atrás una historia y expresa una cultura compleja”
Massimo Montanari, La comida como cultura, ed. Laterza 2004

Pero cuando la comida, la necesidad primaria de satisfacer el hambre, se hace cultura?
Tenemos presente como el hombre sea el único animal en la naturaleza que no comsumes la comida como se le aparece, pero al contrario la modifica, la transforma según sus exigencias, sus preferencias y su identidad.
Fue la descubierta del fuego el momento decisivo de esta transformación; podemos decir con Levi Strauss, antropólogo y filósofo francés, que la cocción de la comida con el fuego es “el invento que humanizó los humanos”.
La cocción marca por tanto de manera simbólica una transición entre naturaleza y cultura, entre naturaleza y sociedad, entre naturaleza y civilización. La comida cocida, la comida, señala el pasaje a un tiempo cultural y social.
Entonces la comida de elemento de la naturaleza se vuelve a elemento de la cultura: cuando viene producido con la intervención de el hombre sobre la naturaleza, cuando viene preparado con la tecnología que está a la base de la alimentación, cuando viene consumido por sus valores nutrimentales pero aun simbólicos y rituales.
Pensamos en este ultimo caso cuanto sea profundo el portado cultural de la comida en las dimensiónes de la religiosidad, della socialidad y de la identidad adentro de las grandes tradiciónes culinarias.
Como el pan, el vino y el aceite ascendido a símbolos litúrgicos de la religión cristiana: como la comida de la tradición mediterránea haya sido elegido para interpretar los momentos fundamentales del nacimiento a la vida (el pan y el vino Cuerpo y Sangre de Cristo que es vida) y de la muerte qu nos lleva a la Verdadera Vida (el aceite como última, extrema unción en la vida terrena).
También pensamos a la comida como rito: el sentido de la unión alrededor de la mesa de la familia, de la comunidad, que la comida favorece y más aún impone en su forma tradicional de comida hecha y servida. Unión simbolizada por el mantel que, transformando la mesa de trabajo en mesa de comida, señalaba también una separación temporal entre los momentos del día, y a la vista creaba unidad y identidad.
Porque comer no quiere decir simplemente satisfacer a la sensación fisica de la hambre sino también satisfacer el apetito, nuestras “ganas” y nuestras emociónes.
La comida es una manera de festejar, de consolar, de aliviar; la comida è expresión de sentimiento: un plato hecho con amor, con pasion, con inteligencia es diferente de el mismo hecho con indiferencia, con desinterés.

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Y regresamos de donde habíamos salido.
casaitalia puede ser como una nueva propuesta de una tradición alimenticia lejana pero de todas formas encantadora, sino también como un viaje en la memoria de quien escribe. Un viaje que me gustaría cumplir junto a vosotros los que me leen, junto a vosotros cuando gustarán los sabores de un mundo lejano que intento de agarrar antes de que desaparezcan del todo, sumergido de la fast-culture, del fast food.
Non por casualidad, en la hojita de presentación, enunciando nuestra filosofia, la filosofia de casaitalia, hemos tenido referencia a nuestros recuerdos, a la tradición de una cocina antigua, expresión de gustos, de saberes, de emociónes que, todos, estamos en el punto de perder:
El espiritu, la esencia de la cocina italiana, la tradicional, la de la abuela y de la mamá por entenderse, es la de la cocina al momento, del plato hecho y comido.
Esto es el motivo de nuestra elección, la de llegar a vuestras mesas directamente de nuestra cocina, sin otros pasajes, sin permanencia sobre estancias de supermercados, sin olvidos en refris o peor en congeladores.
Una llamada, un pedido y... el placer y el gusto de tener siempre algo hecho al momento, algo de único, algo de preparado propio para Ustedes, sólo para Ustedes.


El autor de antemano pide disculpa por el lenguaje de su escrito: es un hombre italiano enamorado de Mexico, pero todavía no tiene bastante familiaridad con su lengua. Tiene por lo tanto que agradecer cuantos lo ayudaron y lo ayudan en ese aprendizaje.
Sin embargo la responsabilidad de cuanto escribió queda claramente en el.